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Efecto Rolling Shutter, lo llaman y lo descubrí yo. Sí, no os riáis. Lo descubrí yo, también. Porque cuando lo observé por primera vez yo no sabía nada de él. Y la cabeza se me llenó de preguntas. Y en seguida sentí la necesidad de documentarlo e investigar sus causas… y eso hice, publicando un video del experimento y convocando a otros amantes de la ciencia a buscar una explicación.

En física, hacer descubrimientos es siempre maravilloso, aunque las cosas ya estén descubiertas. Porque cuando descubro por mí mismo es que estoy viviendo la física en una intimidad única, real y desnuda, en ese estado de consciencia entre los campos y cuerpos que no trae sino la necesidad conocer más, comprender más, disfrutar de esa aproximación que convierte su sensualidad en poesía y revela que su poesía es pura sensualidad. Palabras como producto de los cuerpos partido distancia al cuadrado se vuelven líquidas entre los labios. La física es poesía. Los poetas no deberían ignorarlo y jamás deberían olvidarlo.

Y si tu descubrimiento ya está descubierto, pues tanto mejor porque tu investigación de acelera, se completa, dejándote, tras el salto en lo desconocido, en una nueva orilla del corpus, para seguir leyendo, alimentando la inteligencia con los conocimientos que otros valientes han compartido, curioseando, aprendiendo sin cesar.

El efecto Rolling Shutter lo descubrí yo. Sí. Os lo conté en el último post, antes de poder ponerle un nombre, Rolling Shutter, que le viene muy bien por que es el que ya tenía, aunque a mi me gustaría más algo como “efecto hélice digital”, con ese punto ingenuo de las viejas historias de científicos locos y ese puntillo cyberpunk que da la palabra digital. En aquel post os contaba cómo viajando en un avión de hélices, me dio por grabarlas con el teléfono móvil, mirando como un imbécil a través de una pantalla lo que podría ver con mis propios ojos, para descubrir que en lugar de estar perdiéndome mi propia experiencia sensorial, a través de la pantalla no accedía sino a otra sensibilidad: la del ojo mecánico-digital, la del ojo cybernético, la que tiene la máquina como órgano sensorial, dotada de un inmenso poder pero también sometida a serias limitaciones –aunque no lo descubras hasta que subes a un avión de hélices y empiezas a grabarlas–, y esa mezcla que da siempre el poder y las limitaciones, ingredientes perfectos para el juego.

Descubrí así que si miras cómo giran las hélices de un avión a través de la cámara digital, se superponen dos efectos físico visuales muy curiosos, cuando no espectaculares. El efecto estroboscópico –un viejo conocido– y el efecto Rolling Shutter, que estaba a punto de descubrir. Así, solo en mi instinto de experimentación, pude ver las hélices del avión girar mucho más lentamente de lo que giraban en realidad, incluso pararse para, no sin vacilar un instante, echarse a girar en sentido contrario al que deberían, por pura lógica. Pude ver asombrado cómo girando lentamente en el aire empezaban a deformarse, ondularse incluso hacerse casi líquidas y dividirse como un líquido viscoso, una ameba con ene-llizos, qué se yo…

Y pude mostrároslo en el video resultante de aquella grabación… aprovechando las posibilidades de Internet para preguntar a los lectores si podían o conocían a alguien que pudiese explicar lo que estaba pasando.

Pues bien, una de mis lectoras, científica por cierto, me pasó en seguida un enlace hacia un artículo de la revista Computer Hoy que el efecto Rolling Shutter, a partir de ahora también conocido como efecto Hélice Digital. Yo no voy a explicarlo. Pinchad el enlace y seguid leyendo, que para eso está el hipertexto, para enlazar anécdotas y conocimientos que otros han contado mucho mejor de lo que uno podría hacerlo, en lugar de cebar Internet con contenido sobrante solo por dar la nota.

No, no he querido explicarlo, pero si he querido escribir éste post celebrando la pequeña experiencia del descubrimiento, aunque las cosas ya estuviesen desde hace mucho tiempo descubiertas, de lo cual visto con humildad es siempre una alegría.

¿Y vosotros? ¿Quizá también os habéis sorprendido alguna vez descubriendo fenómenos que si bien todo el mundo conocía ahora es inevitable que sintáis un poco vuestros? ¿Quizá os sentisteis alguna vez como científicos momentáneos, curiosos indomables, heroicos descubridores, como me siento yo con el efecto Hélice Digital? Si es así me alegro y me alegraré el doble si dejáis un comentario contándolo, e incluso poniéndole un nombre a vuestro fenómeno, si queréis para que mañana los podamos recordar.

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One thought on “¿Por qué descubrir algo mola aunque ya esté descubierto?

  1. Por eso es tan maravilloso ser niño… y seguir siendo niño! Las pompas de jabón, el aceite sobre el agua, ver el primer eclipse detrás de los negativos etc
    Tu descubrimiento ha sido de los grandes, mucho más bonita la hélice digital 😉
    Me alegra que haya gente como tú que mantenga viva la curiosidad.

    Un beso

    Inma

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