Hace cuatro años miles de jóvenes y no tan jóvenes se echaron a la calle y ocuparon las plazas durante tres meses. Los lemas eran “No nos representan” y “Democracia real ya”, entre otros. Había muchos más, llenos con frecuencia de lirismo, humor e inteligencia creativa.
No sabíamos dónde nos iba a llevar todo aquello. De hecho muchos nos miraron con escepticismo. A unos les caímos bien y nos sonreían con un orgullo nostálgico… para luego pasar de largo y seguir con sus cosas. Muchos, con más escepticismo aún, incluso nos llamaron perroflautas y antisistema. La mayoría supuso que era un pataleo, algo incómodo pero que se pasaría y se quedaría en una anécdota. Otros incluso se rieron y nos dijeron con sorna que si tanto sabíamos, nos presentáramos a las elecciones.
Unos meses después yo emigraba a Alemania, donde tras cuatro años después he tenido el placer de leer en los periódicos alemanes que “En España habrá por fin color”. Y es que mientras tanto, desarrolladas, maduradas, pulidas, trabajadas después de un largo ejercicio de auto-crítica y realismo, efectivamente…
…mañana muchas de aquellas ideas van a las urnas.
Pase lo que pase, para mi mañana ya es 15 de Marzo.
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