Europa: Escribo esto a apenas una semana del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, en pleno auge de nacionalismos y partidos políticos de extrema derechas, populistas y declaradamente antiintelectuales. La definición la tomo prestada de Milan Kundera, del diccionario que él mismo se hizo también y que podéis encontrar en el libro «El arte de la novela» (1986):
En la Edad Media la unidad europea se asentaba en la religión común. En la Edad Moderna cedió su puesto a la cultura (a la creación cultural), que se convirtió en la realización de los valores supremos gracias a los cuales los europeos se reconocían, se definían, se identificaban. Hoy la cultura cede a su vez su puesto. ¿Pero a qué y a quién? ¿En qué terreno se desarrollarán los valores supremos suceptibles de unir a Europa? ¿Las proezas técnicas? ¿El mercado? ¿La política con su ideal de democracia, con el principio de tolerancia? Pero esta tolerancia, si ya no protege una creación rica ni un pensamiento fuerte, ¿no resulta vacía e inútil? ¿O acaso podemos comprender la dimisión de la cultura como una especie de liberación a la que hay que entregarse con euforia? No lo sé. Lo único que creo saber es que la cultura ha cedido ya su puesto. Así, la imagen de la identidad Europea se aleja en el pasado. Europeo: el que siente nostalgia de Europa.
La imagen la tomo de Eduardo Botero, «El Rapto de Europa» (1992). De todas las versiones de este mito, ésta es la que más me gusta, pues creo que es la que mejor representa la situación actual en la que tras años de crisis económica con no pocas consecuencias sociales, mientras se eleva como valor supremo el poder mercado, en respuesta a la frustración asciende también lo peor de los pueblos: los populismos antidemocráticos, que parecen olvidar –o quizá aguardan con nostalgia en su fuero interno– las viejas dictaduras y los extremismos del siglo XX. Estos populismos, reaccionarios, autoritarios, llenos de fuerza, agresividad y jactancia, tienen para mí un aura de evidente virilidad. Por eso elijo ésta imagen para Europa: Zeus, disfrazado de toro, se lleva hacia Creta a una Europa, que a duras penas consigue agarrarse de su lomo, mientras intenta comprender su situación.